Es una tentación para algunas personas que poseen cobertura sobre su auto en caso de necesidad económica o de algún tipo de daño sobre el auto que no se haya causado de alguna de las formas previstas por el seguro para brindar la cobertura el cometer fraude buscando cobrar los montos compensatorios que especifican los contratos.
Pero no todo es tan fácil como pareciera. Antes de pagar un siniestro, las aseguradoras cuentan con un equipo de peritos y profesionales que se encargan sobre todo de evaluar la coherencia entre lo declarado por el cliente cuando busca hacer el cobro de lo pactado y la realidad, y es muy raro el caso en que alguien consigue salirse con la suya al intentar realizar maniobras fraudulentas contra la compañía de seguros con la que ha contratado el seguro de su auto.
Las consecuencias de estos intentos no son solo el no cobrar lo que se pretende, sino que además la cárcel es el destino para quienes lo intentan, acusados normalmente por fraude, daño patrimonial y falsificación de documentos, todas modalidades comunes de quienes intentan realizar este tipo de maniobras.
Así que están advertidos, poseer un seguro de auto no es una vía libre a pretender cobrar por sucesos incluso inexistentes, y las consecuencias pueden ser tan graves que jamás es recomendable intentar pasar por el seguro cosas que no están cubiertas de manera intencional y maliciosa.